El gato y la niña a menudo se preguntaban cuál era la gracia de estar así sentados. Especialmente cuando es tan fácil pedir una piscina láctea...
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información