En 2017, cuando Hans Rosling murió de cáncer, estaba escribiendo dos libros. El primero sería Factfulness, un bestseller global en el que explicaba por qué tendemos a ser más pesimistas de lo que deberíamos y por qué el mundo es mejor de lo que suelen contarnos las noticias. El segundo son estas memorias: un relato en primera persona, sincero y arrebatador, sin números de por medio, sobre cómo Rosling pasó de ser un médico comprometido a una eminencia en el estudio de grandes tendencias globales como el hambre, el analfabetismo o la esperanza de vida. Con un humor socarrón, una gran fascinación por la vida y un talento único para contar historias inspiradoras, Rosling relata innumerables aventuras como un viaje a la India en el que conoció a varios seres humanos extraordinarios; una estancia en Mozambique en la que trató a enfermos con las piernas paralizadas por una epidemia; o la extraña historia de sus viajes a Cuba y su encuentro con Fidel Castro. Rosling fue un maestro en iluminar con gráficos y datos nuestra comprensión del mundo y alguien que confiaba enormemente en las posibilidades del s