Una larga reflexión del más destacado historiador del arte de su generación sobre la labor del historiador, sobre la importancia de la tradición y la necesidad de definir y explicar el arte y sobre los límites de la interpretación. Se trata de un texto único para acceder a la interesantísima figura de Gombrich sin ser especialista en arte, pues se trata de una reflexión sobre el siglo XX.