¿Qué diablo de Dios es este que, paraenaltecer a Abel, desprecia a Caín?
Si en El evangelio segúnJesucristo José Saramago nos dio su visión del Nuevo Testamento, enCaín regresa a los primeros libros de la Biblia. En unitinerario heterodoxo, recorre ciudades decadentes y establos,palacios de tiranos y campos de batalla de la mano de los principalesprotagonistas del Antiguo Testamento, imprimiéndole la música y elhumor refinado que caracterizan su obra. Caín pone demanifiesto lo que hay de moderno y sorprendente en la prosa deSaramago: la capacidad de hacer nueva una historia que se conoce deprincipio a fin. Un irónico y mordaz recorrido en el que el lectorasiste a una guerra secular, y en cierto modo, involuntaria, entre elcreador y su criatura. La crítica ha dicho...
«Saramagoelabora en Caín no la tan cacareada crónica de un desencuentropersonal con la religión, sino una parábola de comprensiónhumana.»
Francisco Martínez Hidalgo «A pesar de su edad,Saramago nos demuestra con Caín que es capaz de seguir ofreciendo asus lectores obras atractivas