Dice el escritor Andrew OÆHagan que «desaparecer significa a menudo sufrir una pérdida de identidad, o una pérdida de lugar; a veces comporta perder una vida». Precisamente, la identidad, el lugar y la vida son los tres vértices que se ponen en peligro en las dos fábulas («de fantasmas», según la autora) que concurren en este libro como dos lados de un mismo ángulo: Primera sangre, premio SGAE de Teatro en 2022, un texto contundente a partir de un caso real -el secuestro y el asesinato de una niña- en el que se conjuga violencia y abuso de poder, la infancia y sus cuerpos. Mientras Harakiri, en palabras de Les Impuxibles, la compañía que ha puesto esta obra en escena, «quiere liberar de tabús y estigmas todo lo que envuelve el suicidio para cederle espacio y escucha», y así abordar «el duelo, a través de la presencia de una madre que se explica a sí misma después de morir». Como dice María Velasco: «Ojalá estas obras consigan rendir culto a los muertos y molestar a los vivos».«progrés tecnol.gic», Le Guin mostra que estava destinada a revolucionar la literatura ja des del començament.le la v